miércoles, 5 de septiembre de 2012


REFLEXIÓN SOBRE EL PAPEL DE LA HISTORIA EN LA ECONOMÍA 


Lo que hoy en día se considera como ciencia económica es muy distante a lo que anteriormente llamaron el arte de la economía. La implementación de las herramientas quánticas y de los rigurosos métodos heredados de la matemática y la física,  han erosionado la verdadera  naturaleza del estudio de la economía. Tanto así, que a muchos se les ha olvidado que la economía es una ciencia social y que su verdadero objeto de estudio es la actividad humana. 
No se deben olvidar los estrechos vínculos existentes entre la economía, la política, la filosofía y la historia; aunque el poder de las matemáticas es algo innegable, se debe tener en mente que en el arte de la economía, son las fuerzas políticas y las fuerzas sociales la que se utilizan para explicar y estudiar a la economía.
La crítica de Paul Streeten a la economía contemporánea deja entonces  en evidencia la gran falencia de la economía como disciplina: dejar de un lado la historia económica.  
Es importante preguntarse entonces, ¿Por qué se ha dejado de un lado la historia económica? y ¿Por qué se puede decir que el estudio de la historia económica es fundamental para la disciplina?
Como lo menciona Streeten en su crítica a la economía contemporánea, las universidades han dado mayor prioridad a la enseñanza de las matemáticas y se han empeñado en formar economistas teóricos. De acuerdo con Streeten,

“en la educación en postgrado [en economía] se hacía énfasis en las herramientas  y la teoría a expensas de la “creatividad” y la solución de problemas; y que la principal debilidad era el poco énfasis  en las conexiones entre herramientas, teóricas y econométricas, y los problemas del mundo real.”

Es posible argumentar entonces, que la historia económica juega un papel fundamental en la economía como disciplina;  el estudio de la historia económica fundamenta al economista en el sentido que mejora su capacidad de análisis  y le permite construir con mayor claridad puentes entre los hechos de la vida real y la teoría.
Estudiar historia económica no se trata acerca de leer solamente “unos libros viejos sin sentido alguno”, como la mayoría podría pensar. Se trata de estudiar cómo han cambiado las estructuras sociales y económicas a lo largo del tiempo, saber cómo ha funcionado la economía real y qué motivos han inducido el cambio. Aquellos “libros viejos”, como muchos llaman, quizá solo los únicos que pueden explicar el por qué del imaginario de nuestros tiempos; la historia económica quizá es la única que pueden brindar respuestas reales a problemas reales. Aunque la teoría generalmente modela  las situaciones de la vida real de manera muy aproximada, no considera el trasfondo de todos aquellos supuestos que la componen.
En el caso colombiano, el estudio de la historia económica ha sido fundamental; aprender sobre la historia económica del país ha ayudado a los economistas a comprender más a fondo las instituciones colombianas y la estructura de mercado que rige en la economía.  Incluso, han sido todavía más importantes  los aportes que han hecho la historia económica a la hora de comprender y estudiar el conflicto y la violencia en Colombia;  los estudios sobre la violencia en Colombia  han sido numerosos y todos han tenido como objetivo indagar las causas y los efectos.  

Es tarea de cada economista instruirse en temas políticos, filosóficos e históricos para llegar a ser un economista integral.

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