miércoles, 5 de septiembre de 2012


EL CAFÉ ORGÁNICO: UNA ALTERNATIVA EN TIEMPOS DE CRISIS



En Colombia, el precio del café ha tenido una caída constante con tendencia a recuperaciones leves, como consecuencia de la plaga de la broca vivida en la década de los noventa. La broca, redujo la calidad característica del grano colombiano, aminorando también su precio. Alrededor del año 1994, el precio del café nacional había caído cerca de una 50% con  respecto al presentado a finales de los años 70. Esta caída en los precios, provocó una inestabilidad en la manutención de las haciendas cafeteras, lo que influyo directamente en la producción, ya que era imposible para los caficultores realizar inversión en la eliminación de la broca obteniendo tan pocas ganancias.
La falta de rentabilidad de los cultivos hizo que los cultivadores obtaran por cosechar otros productos, factor que ayudo a la disminución de la producción y causo un retroceso importantísimo en el camino de recuperar el estatus internacional del café.
La caída de la producción provocó un círculo vicioso, en tanto que, para levantar la calidad del grano colombiano se necesitaba de mayores ganancias por saco de café, hecho que en ningún momento se daba ya que nadie pagaba un precio tal por este bien, y esto imposibilitaba cualquier mecanismo de recuperación del precio y de eliminación efectiva de la plaga.

El rompimiento de las cláusulas económicas del Convenio Internacional del Café introdujo a la producción del grano en el mercado libre, hecho que implico la reducción de las cotizaciones internacionales y por tanto la disminución de los ingresos de los países productores, que junto a la tradicional superproducción de café, agravaron la situación cafetera y mostraron las consecuencias de la apertura económica en un sector tan frágil como este. En los años siguientes al rompimiento del Convenio, el precio del café se mostró mucho menor al presentado antes de su desmonte, lo cual promovió el desarrollo de este negocio en países que nunca se en la historia se habían dedicado a este ejercicio (para el caso concreto de Vietnam, país donde se produjo el más grande aumento en la producción al pasar prácticamente de cero a 10 millones de sacos).

Actualmente, el precio interno del café al productor se fija de acuerdo a un consenso entre la federación nacional de cafeteros y el gobierno nacional teniendo en cuanta factores como: Comportamiento macroeconómico del país en el momento, tasa diaria representativa del dólar, nivel de precio al cierre en la Bolsa de Nueva York.

En el mercado del café ecológico, el precio varía dependiendo del mercado final. Las primas o sobreprecios del café cambian de acuerdo al país de origen del producto. Los sobreprecios se establecen sobre la base del precio del café cotizado en bolsa y siempre son superiores a cualquier prima establecida para otra variedad de café. Estas primas permiten rentabilidades mayores a las obtenidas por otros tipos de café.

Experiencias mundiales nos muestran que sin el respaldo del estado cualquier actividad agropecuaria, y entre esas la caficultora es imposible. Establecer políticas que promuevan un favorecimiento del mundo caficultor es fundamental ante, por ejemplo la constante operación deficitaria del fondo nacional del café, que al intentar garantizar a los cultivadores una ganancia mínima, incurren en altos gastos al intentar mantener la subsistencia de miles de caficultores.

 A pesar de presentar un precio inferior al de décadas pasadas, el café es un producto muy rentable. Una libra de café, que en Colombia cuesta 1,20 dólares en promedio, en Nueva York gracias a las transacciones y las reventas, aun mantiene un precio final al consumidor que presenta grandes beneficios (9 dólares en promedio).

Lo presentado en el párrafo anterior significa que generar un mercado en cierta manera monopolístico seria fundamental a la hora de obtener mejores beneficios y en esa forma, poder captar las ganancias verdaderamente importantes (ganancias por concepto de venta del producto final).

 El mercado orgánico
En los últimos años, ha habido un auge de los productos orgánicos gracias a su evidente bienestar para la salud humana y a su importancia dentro de un ámbito de sostenibilidad.

A pesar del aumento significativo en las hectáreas cultivadas en productos orgánicos, esta área es poca en comparación con la que aun es cultivada convencionalmente. En los países latinoamericanos, la producción orgánica esta destinada casi en su totalidad a la exportación. Estas exportaciones se destinan en gran parte a cubrir la demanda de Estados Unidos, Europa y Japón, países que representan cerca del 65%  del consumo mundial de esta clase de productos.

Así como se ha incrementado el numero de hectáreas cultivadas, se han aumentado la cantidad de ventas de este tipo de productos, y se prevee que el crecimiento general de este mercado siga en los próximos años ha tasas entre 10% y 30%, por lo cual, la demanda tiene un gran margen de desarrollo.

El cultivo de café orgánico se encuentra en pleno desarrollo ya que es mucho lo que falta investigar y aprender en esta área; y mucho que lo falta por recorren a la hora de vincular a los pequeños productores al negocio.
El café orgánico encuentra su auge en la tendencia mundial ecologista y en los mayores beneficios que representan para los caficultores. Aproximadamente, una libra de café orgánico posee un precio 40% superior comparado a una libra de café tradicional.
Los países latinoamericanos, han entendido que para obtener ganancias en medio de una ausencia de bonanza en los precios es necesario recurrir a mercados alternativos, por lo cual, han apostado sus esfuerzo al desarrollo de café orgánico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario